La seguridad de una vivienda, de una oficina o de una comunidad de vecinos es importante. Y en la actualidad, por suerte, existen muchas alternativas para poder garantizarla en todo momento y en toda condición. Y una de ellas es el sistema de control de acceso. Sin embargo, sabemos que muchas personas que están interesadas en este tipo de sistemas se encuentran preocupadas por si esta instalación les va a suponer un incremento en los recibos que pagan por la luz. ¡Sin embargo, esto no es en absoluto cierto! De hecho, es posible incluso ahorrar cuando tienes un sistema de control de acceso y a continuación te lo vamos a demostrar.
Compañías de luz baratas
Está claro que el consumo de tu sistema de control de acceso no va a hacer que pagues más en tus recibos. Ahora bien, si has contratado con una comercializadora de luz que no es barata, poco se podrá hacer para pagar menos. Efectivamente, es más importante que a la hora de contratar cualquier sistema de seguridad aproveches el momento para verificar si estás contratando la electricidad con una de las compañías de luz baratas, de las cuales puedes saber más aquí: https://www.companias-de-luz.com/contratar-luz/que-tarifa/.
¿Por qué instalar un sistema de control de acceso?
La tecnología en materia de seguridad permite en la actualidad de forma sencilla controlar quién entra y quién sale de una vivienda, de una comunidad de vecinos o incluso de una empresa. Lo más interesante de esto es que no solo se puede saber quién sino igualmente a qué hora, de manera que garantiza aún más la seguridad. Por otro lado, una de las bondades de este sistema es que consigue denegar el acceso a determinados usuarios de forma temporal o definitiva (por ejemplo, si se usa en un parking, se le puede denegar a un usuario que a determinada hora no puede pasar.
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Trucos para ahorrar energía
Vale, ya tenemos claro que el sistema de control de acceso no te va a hacer gastar energía, ¿pero entonces cómo puedes ahorrar energía? A continuación te vamos a ofrecer algunos trucos para que puedas conseguirlo sin apenas enterarte:
- Cambia tus bombillas antiguas por unas nuevas de bajo consumo. Las más recomendables, por cierto, son las de la modalidad LED. Puedes leer más sobre ellas en este artículo.
- Si has contratado una tarifa de discriminación horaria, procura que las horas en la que los precios sean más baratos coincidan con el pico de consumo (por ejemplo, durante las mañanas).
- Intenta mejorar el aislamiento térmico de la oficina, vivienda o comunidad con la instalación de un doble cristal en las ventanas o bien instalar una doble ventana.
- Si llevas tiempo sin pintar, aprovecha el momento para darle un nuevo toque a las paredes y dándoles una paleta de colores claros. Y es que ese tipo de tonalidades suelen permitir que la luz rebote y dotan a la estancia de más luminosidad.
Estas son solo algunas ideas, ¡pero hay muchas más por supuesto!
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